Domingo en el Templo


La 59 edición de este histórico Cross Canguro nos regaló un domingo soleado, con nuestro querido y temido bosque recibiéndonos con sus mejores galas.

El bosque tiene un aura especial, se respira la energía de generaciones de atletas de élite corriendo por aquí, poniendo a punto sus piernas. Nosotros tenemos el lujo de fajarnos por sus cuestas cada domingo, tiene un punto masoquista, ya que te hace sufrir de lo lindo, pero estás deseando volver.

Los Runforyouers fuimos apareciendo a cuentagotas. Yo venía con la ilusión de un chaval, ya que hace un año no lo pude disfrutar como hubiese querido, y quería desquitarme. Se hizo raro no tener al capitán del barco alado (embarcado en la aventura japonesa con Carmen), siempre transmite esa tranquilidad al grupo, teníamos que volar sólos esta vez, aunque tengo que confesar que nos hicimos más los remolones a la hora del calentamiento, ahora que no nos escucha.
Félix apareció con su mochila como en los viejos tiempos, se echa de menos al aragonés.

Lidia, Sonia y Laura pasaron de verlo desde la barrera el año pasado, pasando a la acción esta edición, poniéndose el dorsal, bravo por las chicas, valientes y con los nervios lógicos.

Jack llegó al bosque, cosa que nos tranquilizó ya que no había venido nunca sólo.
La jornada empezó con la carrera de los Master B:
– Elena no falló a su cita con el pódium quedando tercera, nos tiene malacostumbrados, y que siga así.
– Koki acabó entre los 10 primeros, confirmando lo bien que se le da esta prueba a la incombustible locomotora de Carabanchel, que siempre lo deja todo en el campo.
– Siguieron la competición el tesoro mejor guardado de este club, las niñas, Nerea y Alba, corriendo con coraje un vertiginoso 800m haciendo las delicias de todos los padres.

Llegó el plato final con el 8.000m: Nos fuimos acercando a la línea de salida con los nervios previos y el respeto al miura de prueba que teníamos por delante, otros corredores primerizos preguntaban en qué sentido se corría, apiadándome de ellos.

La torcida Runforyou hace de este club algo especial: Martin con su peque, David llegado del maratón de NY hace poco, Luis enfundado en sus gafas de sol hizo de paparazzi oficial, y las niñas, daban un plus de energía con sus ánimos en cada vuelta.

La carrera no defraudó, los entrenos de este otoño están dando sus frutos porque la prueba nos salió muy bien a tod@s. Alex impuso su ley, pudimos disfrutar de un divertido sprint final entre Félix, Oscar y Javito, el que después confesaba satisfecho que esta vez pudo aguantar dignamente la embestida del temido y patentado “hachazo de Félix”. Jack llegaba pegado a ellos, cómo corre nuestro colega americano.

Mario confirmando que sigue fino tras la epopeya manchega, Jorge dando un bocado de gigante a la marca del año pasado, sigue en estado de gracia.
La sonrisa de oreja a oreja de Silvia al acabar reflejaba lo bien que lo había hecho y lo que había disfrutado, vaya temporada está haciendo este gran fichaje de verano.

Sonia, Lidia y Laura estaban felices tras superar con éxito sus primeros bosques, con esa sensación de amor/odio que te deja, y de la que una vez se prueba ya se está pensando en repetir.

A nivel personal acabé muy satisfecho porque después de un tiempo de muchos altibajos, he vuelto a disfrutar de una carrera, sin pensar en nada más que apretar los dientes. Echaba de menos estas sensaciones, las de vomitar al cruzar la meta incluidas.

El broche del día lo puso Javito recogiendo con mucha solvencia la tienda de campaña, para alivio del resto, no se podía pedir más al domingo.

Y así desfilamos la bajada al teleférico, con las piernas cansadas, pensando en la merecida comida, y con la sensación de haber disfrutado un domingo sensacional en este Templo donde se mastica el amor por el atletismo.


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